Disco: La Banda Blanca del Cuerpo de Infantería de Marina

La necesidad de que la calidad interpretativa de la Banda Blanca sea conocida dentro y fuera del país, el afán de fomentar la imagen institucional de la Armada del Ecuador y el ferviente deseo de que valoremos lo nuestro, motivaron mi decisión como Comandante del Cuerpo de Infantería de Marina, a producir un disco que sea lanzado al público con motivo de la conmemoración del XXXVII Aniversario de creación del Cuerpo de Infantería de Marina. El talento y voluntad de trabajo a toda prueba de nuestro afamado director de la Banda, el maestro Pedro Castro Silva, hizo que este beneficio institucional fuera posible y a pesar del corto tiempo disponible, escribió la música para todos los temas de este disco.

Seleccionadas las canciones, comenzó la escritura musical para cada una de ellas. Nuestro director de banda se vuelve un noctámbulo por varias semanas porque- a decir de él- en la noche tiene mayor tranquilidad para escribir su música; día a día se ven los avances y sus dirigidos empiezan las prácticas bajo su batuta y aguardan con paciencia por las siguientes «envolturas musicales». El siguiente paso fue en el estudio de grabación SALEM, donde se grabó por grupos de instrumentos, y en esa actividad se invirtieron más de tres semanas sin horarios, sin feriados ni festivos, porque el tiempo es un bien escaso siempre.

Luego vendría algo complejo, minucioso, lento, como es el trabajo de reducir de más de 50 canales empleados a 2 sin dejar nada afuera, instrumento por instrumento, para los más de 100 músicos de la Banda, del mismo modo, las faenas de trabajo iniciaban temprano en la mañana hasta la noche, cada vez pudiendo apreciar más claramente como va quedando el producto que luego sería pulido. Fueron necesarias 340 horas de estudio para tener el producto final, depurado, con los sonidos buscados, con los tonos regulados, con los volúmenes necesarios para cada instrumento, para cada voz, para que ahora usted cuando lo escuche acaricie sus oídos.

Antes de grabar y en el proceso de mezcla, la participación del Capitán Julián Cajas fue importante, ya que por su buen oído musical, sugirió que se aumenten ciertos instrumentos de percusión, para que se consiga el efecto deseado en la producción cuyo concepto es que la Banda suene como una gran orquesta, permitiendo que se aprecie a plenitud a los cantantes.

¿Porqué tantos géneros?

Normalmente un productor no presenta más de dos géneros musicales en un solo disco; pero en esta ocasión, a parte de los boleros y sones, se ha seleccionado un mosaico de pasillos porque en las múltiples retretas a lo largo y ancho del país son solicitados, escuchados, cantados y aplaudidos. Antes que portadores de mensajes derrotistas, éstos hablan del amor y son indiscutiblemente parte de nuestro identificativo musical.

Constan como cantantes invitados Héctor Napolitano y Miguel Segovia. El primero es uno de los mejores compositores contemporáneos del país, cuya producción es una narración de realidades vividas en géneros musicales que van desde sones, blues, hasta pasillos. Para este disco compuso un nuevo tema con sentido y mensaje ecológico, la canción «Río», mientras que sus temas ya conocidos como: Cuando pienses en mí y Cangrejo criminal, fueron magistralmente vestidos musicalmente por nuestro director.

En cambio Miguel Segovia siempre ha compuesto ritmos soneros contagiosos y ese es el caso de su última creación «Ecuador, como como.com como como», picaresco desde el nombre nos habla de una realidad latente, pero con alegría y ritmo contagiosos.

Por CPFG-EM. Lenín Sánchez.
Comandante del Cuerpo de Infantería de Marina (2003)

Para esta grabación, utilizando el software Digital Performer 3.11, se emplearon 55 canales con la respectiva automatización, por la gran cantidad de montajes que fue necesario realizar para alcanzar la innegable calidad de esta producción.

Producción: CPFG-EM. Lenín Sánchez.
Coordinador: CPCB-EM. Julián Cajas.
Arreglos y dirección musical: SUBS-RT. Pedro Castro Silva.
Mezclado y grabado: Estudio SALEM de Guayaquil.